Es curioso como algo tan vital y tan sencillo es lo que más anhelamos en nuestro día a día, el poder encontrar el tiempo para llegar a la calma y el silencio al menos por 5 minutos.
La maternidad es una de las experiencias mejor remuneradas en besos, abrazos, sonrisas y amor incondicional, pero las madres no tenemos días inhábiles, vacaciones o bonos por productividad y no es que eso no sea suficiente… llevamos el peso de la responsabilidad evolutiva más importante: el formar seres humanos. Por mucho tiempo se han respaldado ideas preconcebidas de que el rol de la crianza debe ser únicamente para la madre, y la realidad es que en la crianza no existen roles, el papel a desempeñar es para ambos, no solo para la madre que gesta. Eso sin mencionar la dura labor que esta demanda, desde lactar los primeros meses o años, hasta acompañar una pataleta intentando no perder la paciencia, o desde revisar las mochilas de la escuela, hasta revisar las preocupaciones y corazones rotos de nuestros hijos. Es una labor mental extenuante que es imposible que en algún punto no nos sobrepase, donde no existe un manual, ya que ninguna maternidad es igual a la otra, y donde no ninguna puede quejarse, llorar o cansarse porque la sociedad ha dicho “eso es lo que les toca”. Reconocer que somos más detrás de una etiqueta ha sido una lucha constante, para la madre que trabaja y apenas ve a sus hijos, para la que se queda todo el día en casa o para la que estudia y se los deja un rato a la abuela. Y esa es tan solo una parte de las barreras que una madre enfrenta.
¿Sabías que en la primera semana de mayo también se celebra el Día Mundial de la Salud Mental Materna? Así es, hasta parece imposible el título, pero lo cierto es que, la salud mental de las madres es una de las partiduras más importantes para el desarrollo de nuestros hijos. Los hijos son una prioridad, pero, las madres también lo son desde el primer momento, puesto que ¿cómo pueden ellos estar bien, si nosotras no nos sentimos bien? Desde que nuestros bebés crecen en nuestro vientre, nuestro estado de ánimo puede afectarlos significativamente, afectaciones en su desarrollo físico, cognitivo y emocional.
“En México, la depresión en el embarazo se estima entre 9 y 14%, mientras que la depresión posparto va del 6.6 a 24.6%, de acuerdo con datos de Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz”.
Y la salud mental de las madres no es solo importante por las implicaciones para la sociedad en general, es importante porque una mujer puede llegar a deshumanizarse hasta el punto de percibirse simplemente como madre, y así olvidarse de sus necesidades y sus anhelos. Muchas mujeres sufren y experimentan emociones negativas frente a los múltiples cambios tanto en el embarazo como en el posparto o ya sea cuando los hijos han crecido, por eso es muy importante buscar siempre el equilibrio, promover la búsqueda de ayuda y reducir el miedo de las madres a exteriorizar sus malestares, ser una madre que se preocupa por si misma
Las madres necesitan conocer los síntomas y signos de una mala salud mental materna y saber que no están solas, algunos de ellos pueden ser:
• Fatiga y cansancio.
• Falta de sueño y mala alimentación.
• Cambios hormonales.
• Aumento de los niveles de ansiedad.
• Depresión.
• Idealización de la maternidad.
• Sentimientos de culpa y tristeza profunda.
• Pérdida de identidad.
• Conflictos con la pareja y/o familiares.
El estigma en torno a los problemas de salud mental sigue siendo un obstáculo que afecta directamente a las madres, por ello, las recomendaciones generales pueden ser desde hablar con la familia o amigos, aprovechar los tiempos libres, no olvidarse de hacer las cosas que nos gustan, buscar tiempo a solas, favorecer el descanso, buscar la comunicación en pareja y compartir los cuidados, acudir a terapia, y si, definitivamente tomar una larga ducha y sin culpas.
Psic. Jessica Cabrera Farías
Lic. en Psicología
Diplomado en Habilidades en la docencia.
Experiencia en prácticas centradas en la familia.
Experiencia en sensibilización de la depresión y las emociones.
Acompañamiento terapéutico en Hablemos de Neurodiversidad.