Durante mi servicio social de la preparatoria tuve la oportunidad de hacerlo en un Centro de Atención Múltiple (CAM), porque tenía la sospecha de que quería ser maestra de educación especial pero no estaba muy segura. Lo que no sabía es que en esos meses mi vida cambiaría por completo: ahí descubrí que mi destino era ser maestra.
Descubrir que puedo dotar de herramientas a un sector de la población que está excluido y segregado, saber que puedo hacer una diferencia en la vida de aquellas alumnas y alumnos así como sus familias, que puedo crear y mantener un ambiente seguro para todas y todos, es lo que más me llena de satisfacción.
Actualmente trabajo como maestra de educación especial en una USAER en la ciudad de Cancún, donde atiendo alumnas y alumnos autistas, con TDAH, con dificultades en el aprendizaje, o bien, con alguna discapacidad o condición en específico; y puedo decir que todos ellos me han enseñado más de lo que yo puedo transmitirles, todos los días aprendo cosas nuevas y formas tan diferentes de percibir el mundo.
Me gusta poner en práctica lo que un maestro en la normal dijo: “Para ser maestro de
educación especial se necesita de mente y corazón”, y creo fervientemente que así he llevado mi trabajo todo este tiempo y que sin duda seguirá rigiendo mi andar por este bello camino que es la docencia.
Mtra. Hiromi Pérez
@maestrayautista
Lic. En Educación Especial.
Maestra en Psicología Clínica y Psicoterapia.
Docente.