Hoy se celebra una de las profesiones que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida, una de las profesiones que nos han guiado y preparado para poder enfrentarnos a las exigencias del mundo real como el laboral, estoy hablando del ser maestro.
Es bien sabido que la importancia de los profesores es una pieza fundamental para el desarrollo académico y personal de la sociedad, pues aparte de enseñar valores, también tiene como objetivo compartir los conocimientos necesarios para poder desenvolvernos en la sociedad y tener mejores oportunidades laborales en el futuro. Un maestro debe de brindar las herramientas personales y académicas necesarias para potenciar las habilidades de sus alumnos.
Actualmente, los requerimientos y exigencias para los profesores han cambiado, pues las condiciones del mundo actual y de la sociedad ha influido mucho en cambiar la perspectiva con la que enseñamos. Los niños actualmente, están expuestos a información o a un estilo de vida muy diferente al que la mayoría de nosotros tuvimos, por lo que enseñar de la misma manera como a nosotros nos enseñaron, no es algo que deberíamos considerar; los padres están llevando otro
estilo o ritmo de vida, muy diferente al que llevaron los nuestros, lo que repercute en el comportamiento y desempeño de los niños.
Todo lo anterior lo debemos de tomar muy en cuenta, pues lo que debemos poner en práctica va “más allá de los libros”.
¿A que me refiero con la frase anterior? Me refiero a que nuestra labor en
en salón de clase muchas veces requiere habilidades que van más allá de las materias que impartimos, o de los libros que nos formaron; me refiero a que debemos generar habilidades como la paciencia, apoyo incondicional, responsabilidad afectiva y sobre todo la empatía para con la diversidad de capacidades de nuestros alumnos, ya que no todos aprenden de la misma manera
y al mismo ritmo.
La docencia actualmente nos exige tener mucha flexibilidad al enseñar, dejar a un lado todo lo tradicionalmente aprendido y poder moldear nuestras habilidades para que los aprendizajes lleguen a ser significativos para nuestros alumnos, así como también hacerlos sentir cómodos y felices en el aula, que el salón de clase se vuelva un lugar seguro para ellos, libre de prejuicios y etiquetas, sino que cada uno de manera individual, nos vea como una figura confiable que les brindará el acompañamiento necesario para sacar lo mejor de ellos en el transcurso de su vida
académica, sin importar el nivel en el que se encuentran.
Nuestra labor, actualmente va más allá de solo enseñar contenidos, sino que debe de ser totalmente empática con las condiciones y el contexto de nuestros alumnos, asimismo luchar contra nuestra rigidez o estructura tan “cuadrada” que nos ha hecho funcionar por muchos años y enfocar nuestras habilidades en y para nuestros alumnos, darle lo mejor de nosotros en el curso escolar en que los acompañamos y ser ese soporte que muchas veces necesitan.
Los alumnos no recordarán al maestro o maestra que escribía mejor en el pizarrón, o el que terminaba los contenidos más rápido, los alumnos recordarán con amor a los profesores que los hicieron sentir amados y con confianza en el salón de clase, libres de miedos y con la comodidad de ser ellos mismos.
Psic. Ángel Escalante
Licenciado en Psicología.
Fue docente de preescolar durante 5 años.
Luego pasó a ser docente de primaria donde esta por cumplir 7 años.
Cuenta con un diplomado en docencia con certificación de SEP.
Ha tomado varios cursos relacionados al TEA.
Cuenta con experiencia trabajando con niños neurodivergentes.