Desde tiempos remotos, la filosofía se ha planteado el sentido de la vida, la existencia humana, un sinfín de temáticas que hacen de la humanidad, seres pensantes y únicos en la faz de la tierra. Esa misma capacidad de pensar, de reflexionar, ha generado inquietud acerca de como funciona las cosas, la vida y las personas en general, y nos hace conscientes de nuestra propia existencia; y es así que todos estos cuestionamientos surgen inequívocamente de la misma fuente: el cerebro, ya que sin este órgano, la conducta humana como la conocemos no seria nada; por lo que me gusta la frase: “el cerebro no es importante, el cerebro lo es todo”; lo que puede abordarse desde varias perspectivas; que en lo particular me gusta apreciar desde un sentido de que el cerebro es un orquestador, un director técnico, un órgano que regula los pensamientos y la conducta.
Existen autores como Hebben & Milberg (2011) que describen la neuropsicología, de manera amplia como el estudio de las relaciones entre cerebro y conducta; aunque sencilla y concisa, contiene un trasfondo realmente extensísimo; que nos hace referencia de la psicología y la neurociencia, en una amalgama novedosa, actual y necesaria para entender como el Cerebro y todo lo que entendemos como pensamientos y conductas convergen.
Es así, que al decir que el “cerebro lo es todo”, es porque es así, ya que es aquel “centro de mando” que integra la información externa y le da sentido a nuestras percepciones e intenciones humanas. Y en la actualidad, el cerebro no solo es importante, en cuanto al área de la salud y educación, sino que es marketing también, todo es potencialmente convertible a la cultura Neuro, como menciona Francisco Mora, líder en la neuroeducación; solo que es un terreno, que tiene que caminarse con reserva, analizar cada paso, y sobre todo verificar que cuenta con fundamento científico, ya que el uso de Neuromitos, está a la orden del día.
Es realmente increíble, adentrarse al mundo Neuro, a las neurociencias desde cualquier vertiente, con objetivo común: el cerebro, realmente puede aplicarse en la medicina, psicología, educación, marketing, ventas, en prácticamente cualquier área que se nos ocurra. Así como en los años 90’s, se enfatizaba el Genoma Humano, el Famoso ADN, y conocer a detalle las características de la herencia descrita por Mendel. En este año 2023, puedo expresar que hay que ponerle especial atención a las investigaciones de Sebastián Seung, y su libro del Conectoma; como un paradigma con un respaldo investigativo de los últimos 10 años; y que indica que se tiene que investigar no solo las estructuras cerebrales y los factores hereditarios que provee la genética, sino subrayar la importancia de la conexión nerviosa, ya que lo realmente importante no es acumular neuronas y neuronas, si no buscar una verdadera conexión entre ese “cableado” cerebral. Es así, que el termino “plasticidad cerebral”, es base de cómo pensar en abordar el funcionamiento del cerebro, ya que no solo el cerebro en sí mismo se desarrolla, sino que nuestras experiencias y actividad en sí, moldea el cerebro, su estructura y su funcionamiento, para lograr el anhelado aprendizaje, adaptación y resolución de problemas en nuestro contexto inmediato.
NPsic. Carlos Enrique Alonzo Lizama
Maestro en neuropsicología.
Subdirector de la clínica Hablemos de Neurodiversidad.
Evaluador y acompañante terapéutico.
Conferencista y tallerista.
Psicólogo escolar.